Lo más complicado en un proyecto es hacer de una casa un hogar. En este apartamento de Zizur, más si cabe, puesto que se trata de una pareja que habitualmente vive en el extranjero. El reto, hacer de esta casa un lugar para sentir cada vez que la disfrutan.
En la reforma se integró en una sola estancia el comedor y la cocina y esto se separó del salón. Las dos estancias, sin embargo aportan amplitud al espacio ya que no se acotan con una pared como en origen sino que se esconden mutuamente con una bonita carpintería acristalada de metal pintada de negro.
A juego con la carpintería metálica añadimos el capricho de la casa. Una preciosa chimenea con una leñera lateral. El juego entre metal negro y madera es primordial en este hogar por lo que el suelo también adquirió protagonismo sustituyendo el parquet flotante por una cálida tarima de roble italiano de la casa Listone Giordano.