No era la primera vivienda que hacíamos para estos clientes así que trabajar con ellos siempre es más fácil. Sabes lo que les gusta y eso facilita mucho las cosas.
Además, aunque en este caso, se trata de una segundo vivienda, el cliente fue lo suficientemente generoso como para tratar esta casa como si fuera la primera.
Pudimos sacar todo el sabor a un edificio de mucha antigüedad y eso siempre luce mucho. Ladrillos vistos, vigas de madera, miradores… con los que contrastar con muebles vintage y diseños muy contemporáneos y prácticos. Para ejemplo, una cocina.
También es importante destacar la chispa que tiene toda la casa, por todas partes. Desde ese hall con una impresión de un cuadro de Basquiat (dulcificado por los cojines de nuestra querida brunart) hasta el salón con un rotundo sofá amarillo o las griferías doradas. Todo sin ser pretencioso ni untosos.
Al final, si os quedan ganas, asomaros a los dormitorios. Una twin room deliciosa, para dos niñas preciosas preciosas; y un dormitorio principal elegante y sereno.
Ya estamos esperando a la próxima casa…
La ventaja de tener clientes jóvenes es que tienen menos miedo a equivocarse, tienen más ganas de arriesgar y son todavía ambiciosos con la vida.
Así nos quedó esta casa; arriesgada y ambiciosa, aunque no os lo parezca; cosa que es también una de sus virtudes.
Clásico salón con cocina “all in one” tan habitual de estos días, sí; pero no así su mesa de comedor. Pegada a la isla ofrece al usuario toda la practicidad y calidez de estar junto a la cocina pero sin perder un ápice de elegancia y frescura al estar tan integrada con el salón.
El armario vajillero que sí separa, siquiera visualmente, ambos espacios, está empapelado. Un experimento (no es tal por poco que se vea), que nos deja disfrutar de una vista 360º para este armario que preside, domina y ordena toda la perspectiva.
Hay mucho color en toda la casa, pero éste es apastelado. Huele pero no apesta. No pesa pero divierte (o eso esperamos). Y las necesidades, los pasos de puerta, los cambios de estancia, las alturas, juegan con ello.
Esperamos que la disfrutéis tanto como nosotros lo hemos hecho. Es para divertirse y también, no olvidarse, es para vivir.
La ventaja de tener clientes jóvenes es que tienen menos miedo a equivocarse, tienen más ganas de arriesgar y son todavía más ambiciosos con la vida.
Así nos quedó esta casa; arriesgada y ambiciosa, aunque no os lo parezca; cosa que es también una de sus virtudes.
Clásico salón con cocina “all in one” tan habitual de estos días, sí; pero no así su mesa de comedor. Pegada a la isla ofrece al usuario toda la practicidad y calidez de estar junto a la cocina pero sin perder un ápice de elegancia y frescura al estar tan integrada con el salón.
El armario vajillero que sí separa, siquiera visualmente, ambos espacios, está empapelado. Un experimento (no es tal por poco que se vea), que nos deja disfrutar de una vista 360º para este armario que preside, domina y ordena toda la perspectiva.
Hay mucho color en toda la casa, pero éste es apastelado. Huele pero no apesta. No pesa pero divierte (o eso esperamos). Y las necesidades, los pasos de puerta, los cambios de estancia, las alturas, juegan con ello.
Esperamos que la disfrutéis tanto como nosotros lo hemos hecho. Es para divertirse y también, no olvidarse, es para vivir.
Un unifamiliar antiguo pero con nuevos habitantes. Y mucho por hacer, claro!
En realidad no tocamos mucho más que los revestimientos pero eso sí, los cambiamos todos y todo bueno.
Pasen y vean…
Un local de larga tradición hostelera, cobra nueva vida de manos de sus nuevos propietarios, jóvenes emprendedores con muchas ganas de hacer las cosas bien.
Se nos encarga la remodelación parcial del local, conteniendo el gasto pero dotándolo de una nueva imagen, renovada y moderna.
Es por ello que mantenemos los principales elementos estructurales (barra, cocina, servicios, almacén) pero cambiamos los revestimientos y colores. Trabajamos sobre un fondo oscuro en gris grafito que va a envolver todo el espacio, un nuevo pavimento, y detalles de carpintería. A ello se le va a ir matizando detalles en rafia natural, en terciopelos estampados y colores mostaza que contrastan elegantemente.
En el comedor principal, trabajamos principalmente la acústica forrando el techo para evitar reverberaciones y cuidamos la iluminación para conseguir un ambiente íntimo y acogedor. El espacio se articula en torno a un gran mueble gueridón de color mostaza, sutilmente iluminado por varios modelos de las lámparas de #otherlamps, con los tonos y la calidez que impera en el resto del local.
Cuando los clientes llegan hasta ti con un bagaje material tan selecto y con unos criterios estéticos tan formados, solamente nos queda ponernos a su entera disposición sobre todo para tratar de estar a su nivel.
Y así, intentamos dar con colores selectos, materiales nobles, fabricantes de hogar cosmopolitas y consolidados. Humildemente esperamos haber aportado algo importante.